En cristalinos rincones,
se sumergen
ángeles alados.
Sonriendo van atados
a mí vivir.
Matizados de espuma y dicha,
tendiendo una
salida,
al porvenir.
Nobleza que cubre esencias.
Con sabor a jazmín.
Aunque el mañana incierto.
Ellos con
alas con aroma a suavidad.
Entran por mis venas,
llenando de
sabiduría mí existir.
Me nutro de la sabia.
Que brotan de sus pechos.
abrazándome con fuerza.
Me hablan de tibiezas.
de mariposas y estrellas.
Abriendo páginas
vertiendo
experiencias.
Me apaciguan con la brisa que olvida.
Con la nube viajera.
Libros sin
cubierta.
Escriben versos en las rocas.
Marcando mis vivencias,
cual tiempo perdido en una día de abril.
Se desvanecen mis ángeles alados.
Alejándose de mí,
sonríen y se ocultan.
Al sonar de campanas en una noche sin fin.
Prometen y prometen que regresarán,
Con la ilusión quebrada.
De volverlos a
encontrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario