La noche lloró estrellas
Ocultando su desdén,
una paloma musita dolor
al sentirlos naufragar.
Seres contrastados
germinan amor de
agua y piel,
con un beso estático
prometen yacer juntos
en la oscuridad.
Furias que lamenta esa unión,
persiguen a los amantes
sin pasado,
aclamando clemencia a la
bóveda celestial.
Amor contrastado,
amor de miel y sal,
los murmullos taladran su mentes
Tiñéndolos de púrpura autoridad.
Huyen los amantes,
con las manos vacías
y el crepúsculo al llegar,
ve marchar dos siluetas afligidas,
cuerpos inertes que se inmolan
en un precipicio sin final.
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