Soy
el rocío de tu alma,
aunque
vivas en otro soñar.
Soy el rocío que huele a brisa del ayer
Soy el rocío que huele a brisa del ayer
lágrimas
que buscan huellas,
musitando adiós
en cada amanecer.
Eres amigo de la luna que aúlla y se ríe de mí.
Eres amigo de la luna que aúlla y se ríe de mí.
De
mi nostalgia, de mi tristeza.
Suplico
al corazón herido no latir.
Ordeno
a mi mente no pensar, a mi mano no escribir.
Sigo atada
a la noche, al sentimiento que quema,
que seduce, que duele, que
desea.
Soy el rocío que embriaga tu mirar,
cuando observas al
mar y el crepúsculo llegar.
Pero el oleaje mudo testigo, se retuerce
Pero el oleaje mudo testigo, se retuerce
al atarme a tu luz.
y se escapa como tosca arena en la oscuridad.
y se escapa como tosca arena en la oscuridad.
Sigo a la espera
de beber tu llegar,
Que tu
aliento me hable.
Que
tus ojos desgarren mis sentidos
y
las piedras se vuelvan cristal.
Soy la sombra que engulle tu vida,
Soy la sombra que engulle tu vida,
entre recuerdos en la noche de tu ayer,
con
la espina clavada en el brillo de la soledad.
Me duele escribir versos de amanecer,
Me duele escribir versos de amanecer,
versos envueltos en
oscuridad.
Y si no soy esa rocío deja...deja que crea,
que el
extrañar se diluya y la esperanza se muera.
Ya
no arda, no duela... deja sólo, deja que crea,
que
algún día fui rocío en tu vibrar.
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